A finales de 1939, Hitler propuso un programa de eutanasia destinado a eliminar a los enfermos incurables, sobre todo los mentales, obligandolos a inhalar monóxido de carbono. Cuando HItler decidió la llamada Solución final, fueron enviados a grandes campos de exterminio polaco para dicho cometido, se les introducia en camiones con monóxido de carbono producido por los motores para que se introdujera en la cámara donde viajaban las victimas, a continuación los cadáveres eran arrojados a grandes fosas. Más tarde se construyeron cámaras de gas fijas y hornos crematorios.
Antes de ser introducidos en las cámaras se les despojaba de todas sus pertenencias, y además su pelo era convertido en fieltro industrial, sus huesos sin quemar eran vendidos a firmas industriales, y las cenizas se utilizaban como fertilizante.Las prótesis dentales de oro o platino iban a manos de las SS.
En otros campos los internados fueron utilizados como cobayas humanas para diversos experimentos como por ejemplo: inoculación de enfermedades, ablación de músculos, castración, esterilización...
Se ha hablado y barajado gran cantidad de cifras al referirse al genocidio judío y a las víctimas de la barbarie nazi en general.
Además de los judíos, gentes de todas las etnias, grupos sociales, nacionalidades y credos religiosos y políticos sufrieron en silencio la degradación y la muerte: gitanos, homosexuales, miembros de la Resistencia francesa, soldados rusos, republicanos españoles, políticos comunistas y sacerdotes católicos...nadie se salvó del holocausto.
